Nuestro Propósito
El propósito de esta Iglesia es glorificar al Dios vivo y verdadero, revelado en las Sagradas Escrituras, promoviendo fielmente Su Palabra, edificando y capacitando a los santos para la obra del ministerio, y proclamando el Evangelio del Reino a todas las naciones, a fin de hacer discípulos de nuestro Señor Jesucristo. Con este compromiso, declaramos con fidelidad todo el consejo de Dios revelado en Su Palabra-Ley, predicando la gracia soberana de Cristo y defendiendo la fe una vez dada a los santos (Judas 3).
Nuestra Fe
Confesamos que la Biblia es la Palabra de Dios: infalible, inerrante, suficiente e inspirada por el Espíritu Santo. En ella se fundamenta toda nuestra doctrina, práctica y esperanza. Reconocemos que Nuestra Fe Hispana es una formulación breve, contextualizada y fiel de estas verdades bíblicas para nuestra generación.
Declaración de fe sobre la masculinidad y la feminidad
En relación a estos temas creemos también que:
- DIOS creó a los seres humanos, tanto hombres como mujeres, a Su propia imagen, con el llamado a sojuzgar la tierra para Su gloria, no a dominar a sus semejantes o iguales (Génesis 1:26-27).
- En Cristo, tanto hombres como mujeres son perfectamente iguales tanto en dignidad y valor moral como en posición ante DIOS y Cristo (Gálatas 3:28; Colosenses 3:9-11).
- En su relación personal, el hombre y la mujer dependen mutuamente uno del otro y deben servirse mutuamente dentro del marco de la verdad y con un sentido de complementariedad en paridad ordenada (1 Corintios 11:11-12).
- En cuanto al matrimonio, éste fue diseñado para ser manifiesto y realizado correctamente entre un hombre y una mujer y el ideal es que éste sea de por vida y para la Gloria de DIOS (Génesis 2:24; Mateo 19:3-9).
- En cuanto a los maridos y su esfera de responsabilidad en el matrimonio, ellos están llamados a ser los primeros entre iguales para servir amando a sus esposas sacrificialmente como Cristo amó a Su iglesia (Efesios 5:25-33).
- En cuanto a las esposas y su esfera de responsabilidad en el matrimonio, ellas son llamadas a un compañerismo de liderazgo piadoso obedeciendo y sujetándose al servicio primario de sus esposos así como la Iglesia se somete al servicio ejemplar de Cristo (Efesios 5:21-24).
- Finalmente, sólo los hombres que son llamados y calificados deben ser ordenados como líderes en la iglesia (1 Timoteo 3:1-13), sirviendo como representantes del servicio de Cristo en la Iglesia, mientras que las mujeres, representando a la Iglesia, son santificadas a través de la Palabra y el servicio. Este papel pastoral no disminuye la colaboración de las mujeres piadosas en el ministerio, sino que la fomenta de manera complementaria, sin establecer una jerarquía de género, sino enfatizando el orden apropiado de servicio entre ambos géneros (1 Pedro 1:1-4; Romanos 16:1-16; 1 Corintios 9:5; 16:15-16).
En resumen
Afirmamos la plena autoridad de las Sagradas Escrituras en armonía con los Credos universales de la Iglesia histórica, con nuestra confesión hispano-reformada y con nuestra declaración doctrinal sobre la masculinidad y feminidad bíblicas. Estos documentos constituyen una expresión coherente y confesional de nuestro propósito y fe como comunidad local del Reino de Cristo.